En 1949 se publicó El Aleph, sin ningún género de dudas, una de las obras más representativa y lograda de Jorge Luis Borges. A diferencia de Ficciones, obra también genial, del año 1944, en este libro, el escritor argentino ubica en su mayoría sus historias en un entorno realista, lo que, paradójicamente (o no tanto), las confiere un mayor grado de irrealidad entrecruzada con eventos de apariencia inverosímil. Metáforas, mitos, que revelan y desvelan la realidad oculta de las cosas, lo fantástico, y su dislate lógico subsiguiente. El inmortal, El muerto, Los teólogos, La casa de Asterión o el que da título al volumen, entre otros, son piezas maestras, de lectura inexcusable. Las referencias librescas son múltiples, como un jardín de senderos que se bifurcan. Dante, Aristóteles, Averroes, mitos helenos, latinos, amerindios, escandinavos…
Borges, un universo.
Retratos es un libro de poemas que, a modo de pictóricos lienzos, eternizan el momento pasajero. En él se disecciona, metafóricamente, una sucesión de instantes congelados por siempre sobre el tiempo. Pequeños retazos en remembranza de fugaces sombras preteridas
Un gran despliegue de relatos poliédricos que sorprenderá gratamente
a los lectores. Un ejercicio de talento literario e imaginación sin límite
alguno. Una vez que comience por el primero no podrá parar.
Aire Nuestro 